14 julio 2008

Mi vida no es mi vida.

Esta es una historia real, no se si fabulosa, pero real, todo comenzó, (desgraciadamente), cuando era niño, tenia, por aquel entonces un hermano gemelo, idéntico a mi, aunque yo era mas parecido a él que él a mi; la cuestión es que desde el primer momento de nacer, mis padres, no se porque, se encariñaron mas con Atlas, (ese era su nombre), que conmigo, el otro, (ese es mi nombre, aunque no lo crean, a mi me llamaron simplemente: “el otro”).
Así comenzaron nuestras vidas plagada de diferencias, como se estarán imaginando, pero a mi mucho no me interesaba, porque al no molestarme con sus patéticas atenciones de padres cariñosos, me quedaba mucho tiempo libre para mis propios asuntos.
Hasta allí todo en orden, pero lo que aconteció luego fue lo que trastorno mi vida para siempre. Cierto día como cualquier otro, Atlas se encontraba en el jardín de nuestra casa, (a el lo dejaban jugar en el jardín para que los vecinos admiren su belleza, a mi me dejaban en el fondo de casa para que nadie me vea), no se porque motivo mi madre, que estaba disfrutando de su hijo Atlas ingresa un minuto a la casa y al salir la desgarradora ausencia que hace estallar su corazón en un desesperado alarido de dolor…Atlas no estaba, lo buscaron por todos lados; en las comisarías de todo el país, los hospitales, pusieron una recompensa millonaria para cualquiera que aportara un dato sobre su paradero, aunque sea mínimo, pero nada, nunca mas nada se supo de Atlas.
Esta es la primer parte de la historia, una historia triste y nada mas, pero lo que paso conmigo, creo fue peor que lo que paso con Atlas. Al desaparecer Atlas de la vida de mis padres y ante mi espanto y sorpresa, con los días comenzaron a llamarme Atlas, sin recibir nunca una respuesta, por mas que grite y patalee diciendo que no era Atlas que yo era “el otro”, nadie me escuchaba, parecia que no entendían lo que decía y seguían persistentemente llamándome por el nombre de mi hermano. Con lo años me di por vencido, ya no discutía con mis padres cuando me decían Atlas, hasta comencé a firmar con su nombre; pero aunque ya no lo digo, yo se que soy el otro, y constantemente busco a mi hermano Atlas, no porque me importe su destino, claro que no, sino para recuperar mi identidad, ya no quiero seguir viviendo su vida, quiero volver a ser el otro, ese que estaba siempre en segundo plano, quiero dejar de ser mi hermano para volver a ser yo. Se profundamente que hasta que no recupere a mi hermano no voy a volver a ser yo. Por eso les pido, cualquiera que tenga noticias de Atlas avíseme por favor, para que así “el otro” o sea yo, pueda volver a existir.

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