29 agosto 2008

Nuevo juego de pelea de Marvel



No se que tiene que ver, pero me encanto la animación; no tiene desperdicio, asique pierdan un minuto y medio, no se van a arrepentir.

27 agosto 2008

Como salvarse de la arena movediza sin despeinarse en el intento.

Caer en arenas movedizas, o en una ciénaga o marismas, puede resultar a menudo fatal. Para sobrevivir, conserve la calma y obedezca estas reglas:

Cuando advierta que esta atrapado, grite lo mas fuerte que pueda, si así y todo nadie lo viene a rescatar, échese suavemente hacia atrás en la arena o barro. Al caer extienda los brazos lo más que pueda, de modo que el peso de su cuerpo quede distribuido por igual. En esta posición permanecerá a flote.
Si lleva una mochila o capa (en caso de que sea Superman o tal vez Batman), consérvelas, ya que pueden aumentar su flotabilidad. Si lleva bastón, (ojo, con esto no insinuamos que sea rengo), deslícelo por debajo de usted.
Si va usted con alguien, y si hasta ahora no le presto su ayuda, insúltelo lo mas que pueda y por supuesto pídale ayuda alegando que los insultos no fueron intencionales, si lo ayuda, quédese quieto y haga que su compañero le arroje una cuerda o le alargue un bastón, tome el bastón o la cuerda y tire para salir, una mano tras otra, con movimientos prolongados, firmes y lentos.
Si esta solo, esta en problemas, igualmente quédese de espaldas y pausadamente y con mucha lentitud intente sacar los pies del cenagal. Deje tiempo abundante para que la arena o el barro fluyan alrededor de sus piernas al moverlas. Los movimientos bruscos o espasmódicos solo crearían bolsas de vació bajo la superficie, que lo absorberían aun mas; si esto ocurre, entonces si, desespérese, sino, siga con estas instrucciones.
Cuando los pies estén algo mas libres, utilice los brazos y las piernas como paletas y vaya impulsándose, ( con extraordinaria lentitud, como el increíble Hulk cuando corre en cámara lenta), hacia terreno firme, agarrese a raíces o matojos grandes de hierba para impulsarse.
No se precipite. Con descansos, puede ser que tarde una hora o más en cubrir un par de metros.
Si todo esto no da resultado, llame al 911, no sea bobalicon.

23 agosto 2008

Una manera muy especial de saltar...

Saltando en una pata recorría la cuadra esperando que lo vean realizar tan insólita proeza, sin embargo su ingle le dolía demasiado como para seguir insistiendo en tan innoble tarea saltarina. Su ánimo decayó cuando se apercibió de que nadie lo había visto; tan solo el viejo Cosme estaba, como de costumbre, sentado en la puerta de la casa, solo que Don Cosme es ciego. Se sienta cabizbajo en la vereda de su casa y piensa en nada, solo se estremece con la desgarbada situación que lo coronase segundos atrás. El desinterés por las restantes actividades de su atiborrada agenda pasan a segundo plano, solo piensa en deprimirse, en sentirse mal, en aguantar, aunque mas no sea hasta que llegue su madre de hacer los mandados, la terrible diarrea que lo apremia por tomar frenéticamente por asalto el baño y no dar cuartel hasta haber concluido con la titánica tarea de desechar todos sus desperdicios fecales.
Las cigarras aturden los sentidos con su monótono zumbido, dejando el cerebro del joven Wilson embotado y entusiasmado con la huida. La sangre se arremolina en su interior haciéndole sangrar la nariz, no importa, su nariz acostumbra jugarle estas imprudencias, mas cuando esta solo sin su madre que lo socorra. Se pelo las rodillas cuando trataba de bailar breack dance, para congraciarse con los demás chicos del barrio, aunque su abultado abdomen solo hicieron que los espectadores se burlaran de el; no entienden que el joven Wilson es muy sensible, muy especial.
Sentado solo en la vereda de su casa, piensa en cual seria la mejor manera de asesinar a sus vecinos. Wilson sueña con ser libre, con sobrevivir a una hecatombe nuclear, Wilson sueña con despertar un día y descubrirse un Gilgamesh; un conde de Saint Germain; Wilson se despierta por la mañana sintiéndose especial, tan especial como su madre le repite en todo momento que es.

14 agosto 2008

Oración a SAN EXPEDITO

¡Oh! glorioso SAN EXPEDITO de las causas justas y urgentes, ayúdanos en esta hora de aflicción y desesperación, intercede por mi ante nuestro SEÑOR JESUCRISTO, tu que eres un santo guerrero, tu que eres el santo de los desesperados, tu que eres el santo de las causas urgentes, tu que alejas a quienes quieren dañarnos, ayúdame, dame fuerzas, coraje y serenidad. Protege a mi familia como lo haces con la juventud, los enfermos, el trabajo, los negocios y juicios.
ATIENDE MI PEDIDO.
Atiéndelo con urgencia, por favor devuélveme la paz. Te seré fiel el resto de mi vida y daré a conocer tu nombre a todos los que tienen fe.

Esta estampita la encontre, hoy, casualmente tirada en un escalon del colectivo, espero de verdad que me ayude y ayude a los que lo necesitan.

13 agosto 2008

Efectos colaterales

De pronto miro a mí alrededor y siento que no soy más yo, mis pensamientos son otros, mis recuerdos ya no me pertenecen, la vida escapa delante mió sin que yo pueda alcanzarla. Siento una delicada y fina mano que se posa suavemente en mi hombro, no me hace falta ver para saber quien es. El ritmo cardiaco se acelera con cada minuto que castiga mi reloj anatómico, el sudor empieza a escurrir espeso de mi frente. Siento como la sangre corre veloz por mis venas, acaudalada y salvaje como río bravo en la crecida. La cristalina sensación recorre mis parietales robándome de la realidad, realidad que se detiene y deja a mi entorno paralizado. Las pupilas se agrandan dejándome ver lo que antes me estaba vedado. Escucho rugir mi respiración tan fuerte como la de un toro que descubre su suerte en la arena. Los músculos se apretujan unos con otros dándome el rictus adecuado para la ocasión. El desenfreno alocado de lo incontenible estalla como el volcán. El fuego que no perdona arrasa por completo el roído pueblo de mi interior.

08 agosto 2008

Ensayos.


La cancion del oso









Yo vivia en el bosque muy contento
caminaba, caminaba sin cesar
las mañanas y las tardes eran mias
a la noche me tiraba a descansar.

Pero un dia, vino el hombre con sus jaulas
me encerro y me llevo a la ciudad
En el circo me enseñaron las piruetas
y yo asi perdi mi amada libertad.

Conformate me decia un tigre viejo
nunca el techo y la comida han de faltar,
solo exigen que hagamos las piruetas
y a los chicos podamos alegrar.

Han pasado cuatro años de esta vida
con el circo recorri el mundo asi
pero nunca pude olvidarme del todo
de mis bosques, de mis tardes y de mi.

En un pueblito alejado alguien no cerro el candado
Era una noche sin luna y yo deje la ciudad
Ahora piso yo el suelo de mi bosque
otra vez el verde de la libertad.

Estoy viejo pero las tardes son mias
Vuelo al bosque, estoy contento de verdad...

05 agosto 2008

El último despertar

Despierto sobresaltado, con el corazón golpeando mi pecho, queriendo salir, bañado en sudor, helado como las llamas del infierno; no puedo encender la luz, no puedo recordar donde estoy. Algo me sostiene de las muñecas, algo que es tan fuerte que no puedo zafarme. Cierro fuerte los ojos, intentando inconcientemente volver a dormir para escapar de esa horrible pesadilla que me desgarra de angustia. Trato de gritar tan fuerte como lo permita mi garganta, ningún sonido sale de mi boca, nada, solo el silencio que corona mi desesperación. Hago fuerza con toda mi voluntad para ponerme en pie, levantarme de donde estoy, ese lugar frió y oscuro que me atrapa con su estreches.
Nada, sigo pegado al suelo, inmóvil, impertérrito, impávido, sin poder entenderlo me desespero cada vez más; lloro de desolación del dolor que me provoca el no saber que esta pasando, pero las lagrimas no salen de mis ojos, el llanto no escapa de mi angustiosa faz. Respiro hondo, es raro, no siento el aire llenar mis pulmones, igual respiro, trato de concentrarme, de recobrar la calma, despacio, lentamente intento abrir los ojos, y esta vez lograr ver algo; imposible, tengo los parpados pegados, no los puedo ni siquiera mover.
Igualmente conservo la calma, de nada va a servirme desesperarme, solo empeoraría las cosas. Concentro todas mis fuerzas en este próximo movimiento a realizar, empujo fuerte hacia arriba y,,, ¡Si!, lo logre, me he puesto en pie, por fin puedo abrir mis ojos, la calida luz va despejando las tinieblas que me tenían prisionero. Refriego mis ojos para acostumbrarlos a la luz que lastima mis pupilas. La sangre se me congela de golpe, el aliento se corta aterradoramente. Allí, tendido en el piso, inmóvil, frió como las sombras, se encuentra mi cuerpo, pálido como una nube.
Las horas pasan y sigo allí contemplando mi cuerpo pasar del color pálido al morado, las moscas revolotean danzantes sobre mi, posándose sobre mis ojos, mi boca, cubriendo por completo mi cuerpo.
Sigo tieso, frente a mi cadáver sin todavía comprender lo que ven mis negros ojos.

Fabula fantástica y surrealista.

Existía en una alejada selva, de frondosa vegetación y variada fauna, donde todos los animales convivían en armonía…, un momento, eso no es así, por supuesto que no, la verdad es la siguiente, dicha selva estaba gobernada por el león, ya se lo habrán imaginado, lo que no se imaginan es que ese león respondía a intereses superiores, que iban mas allá del beneficio de la selva y de los animales que día a día tenían que buscar el miserable sustento para sobrevivir; y esos intereses estaban dirigidos y orquestados por dos razas que poblaban esa fértil selva: los cerdos y las ratas, esas dos pestes biológicas controlaban los usufructos comerciales de la selva, poseían todos sus recursos y además eran dueños de los medios de comunicación que consumían la gran mayoría de los animalitos de la selva. Entonces además de dominar la economía dominaban la opinión publica, así es que el león no era mas que un títere de estos manipuladores indecentes que súperpoblaban sus arcas de tesoros mientras que el resto de los animales apenas tenían para comer.
Pero mientras todo esto ocurría con total naturalidad, ya que estas razas habían tomado la precaución de hacerse pasar por lo santos protectores y elegidos de la gran madre naturaleza, y gracias al dominio que poseían de los medios de comunicación, tenían como quien dice a la opinión publica comiendo de sus miserables garras. Pero, como siempre pasa en toda fabula, había dos razas que habitaban la selva que no se habían creído la monstruosa mentira narrada durante años de que los cerdos y las ratas son las victimas, siempre devoradas por los demás, ellos sabían que no eran ningunas victimas, sino predadores inmundos que no cazaban para comer sino que esclavizaban por oro y placer. Esas razas antagónicas eran las águilas y los tigres, siempre expectantes, al acecho de desenmascarar a los codiciosos y cínicos cerdos y ratas, opresores de toda la fauna de la selva; aunque era muy difícil llevar a cabo este salvataje que se habían propuesto los tigres y las águilas, ya que continuamente, y a sabiendas de los verdaderos propósitos de estos, los opresores victimizados narraban en los medios masivos de comunicación de la selva lo salvajes y despiadados que eran las águilas y los tigres, que eran predadores desalmados, que se iban a comer primero a las ratas y a los cerdos, pero luego devorarían a todo el resto; además de cualquier otro tipo de mentiras que opacara la verdad encubriéndola bajo el nebuloso velo de la falsedad. Más allá de todo las águilas y los tigres permanecían alertas, al acecho, aguardando el momento preciso para intervenir, tolerando estoicamente las mentiras que recaían sobre ellos, aceptando dignamente los insultos y prejuicios vertidos sobre ellos por el resto de la fauna que ignorantes de la verdad los creían malvados.
Las ratas y los cerdos aun gobiernan de forma encubierta la selva, escondidos tras la decadente melena del león, pero saben que tienen los días contados, las águilas y los tigres contienen las afiladas garras esperando el momento oportuno para asestar el certero golpe mortal y engullir de una vez por todas a las inmundas ratas y a los indecentes cerdos.