Reflexionando sobre temas escabrosos se me ocurrió preguntarme hasta que punto los pueblos son cómplices de sus gobernantes; por ejemplo, el pueblo norteamericano, ¿es conciente en realidad que la invasión a Irak y a tantos otros países es una invasión por la conquista de recursos, en ese caso puntual el petróleo, y no una cruzada santa como les cuentan?, hay dos opciones, o son unos crédulos incorregibles producto de años de lavado cerebral, o son cómplices voluntarios de la política genocida, (palabrita de moda entre el zurdaje internacional), de su gobierno; me inclino mas por la primer opción, no se, me suena demasiado difícil creer que millones de personas se pongan de acuerdo para proyectar a futuro un plan perfectamente concebido de explotación mundial. Entonces, la ejecución absurda y descolocada de Saddam Hussein, “juzgado” por la ejecución de 148 de 500 acusados hace mas de 30 años, cuando en medio de la guerra de Irak vs. Irán (guerra dirigida y financiada por Estados Unidos) atentaron contra la vida del mandatario iraquí, se los enjuicio, cosa que no fue tal con Saddam, ya que él no tuvo derecho a la defensa, por traición a la patria por atentar contra el presidente de la Nación en estado de guerra; y pensando objetivamente, ¿eso esta bien o mal? Mas allá de estar en contra o a favor de uno u otro bando, a mi forma de ver las cosas esta bien. Entonces Saddam no era tan malo como dicen, porque de ser tan malo, ¿se volvió muy malo de repente?, porque contra el Ayatollah Komeini lo pusieron los yankis, ¿no?... Bueno, ya me estoy poniendo muy obvio, todos sabemos ya de los manejos de las grandes potencias económicas a favor de ellos mismos; como dicen, por el billete baila el mono, así queda todo reducido a algo muy simple y sencillo, estamos dirigidos por un grupo de monos desesperados por dinero, me siento de repente en el planeta de los simios, pero ahora me doy cuenta… si nos dejamos manejar por unos monitos sin cola, ¿que lugar nos toco en la escala evolutiva?
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