Vacaciones ronroneantes

Luego de unas arduas, reconfortantes y excitantes vacaciones, estoy de vuelta en esta bosta de ciudad, que dicho sea de paso odio cada vez mas con mas ímpetu y ardor.
La verdad que la pase bien, -bien, dentro de todo lo bien que se lo puede pasar bajo este gobierno neo zurdo hipócrita liberal- pero a pesar de todo lo pase bien.
Fui a la playa, me bañe en el delicioso mar de nuestras exquisitas playas, pasee, leí, vi cosas exóticas, como por ejemplo adolescentes tratando de parecer hombres. Si hay algo divertido de ellos es que hacen todo a las corridas, están apurados por ser mayores, toman como si fueran adultos curtidos en la bebida, fuman como si sus pulmones atuvieran aptos para eso, tratan de fornicar como un hombre; pero por desgracia para ellos, siguen siendo los mismos pendejos pelotudos que van a la escuela y se excitan y se tocan por debajo del pupitre porque la maestra culona se agacho un poco y dejo entrever la costura de la bombacha.
Volviendo a lo mío, me vino bien la playa, creo que es lo único que me sienta bien. La arena, el mar salado, el viento constante. Definitivamente es lo que mejor va conmigo.
Claro que eso no me cambio, sigo siendo el mismo viejo amargo de siempre, con mis eternos reproches y rencores hacia la vida, pero al menos me sentí bien.
En pocos días de vuelta a la rutina de mierda de todos los días; de solo pensarlo me sube la presión. Pero no queda otra, así es la vida, algunos nacieron para ser las estrellas del show, otros nacimos para ser solo extras del espectáculo, pasar sin pena ni gloria.