
Entonces, el súper poder reflexivo que, muy de vez en cuando, se enciende en mi dijo: ¿Qué pasa hoy día que los jóvenes no piensan en nada?, es mas pensé: cuando uno antes era adolescente se le cruzaba la loca, pero interesante idea de cambiar el mundo, entonces uno se hacia peronista, radical, comunista, nacionalista, en fin, no importaba la tendencia, lo único que importaba era pretender cambiar el mundo, claro que eso nunca sucedía, ya que el mundo es una perla demasiado podrida como para poder salvarla. De todas maneras uno tenia esa inquietud. Pero hoy están los flogger, los emos, los cumbieros, ahora los zombis y no se cuantos mas de estos patéticos personajes.
Y, como producto de un repentino espasmo de lucidez se me vino a la memoria la vieja y confiable “colimba”, eso es, el servicio militar obligatorio, tendría que volver y a todos estos vagos sin oficio ni beneficio debieran de mandarlos al menos un par de años a servir a la Patria.
¿Que paso en medio que le quitaron al joven el poder de creer?, ¿el poder querer cambiar al mundo?, entonces, nuevamente vuelven esa corvas y sombrías figuras, con sus ojos de rapiñeros al asecho, esa imagen que identifica a los que manejan los hilos de la opinión publica a su gusto y placer, esa desalmada raza que corrompe los pueblos para su propio beneficio, esos, que difaman al nacionalismo por resultarle demasiado peligroso.
Entonces, en ese momento comprendo porque los jóvenes piensan así, educados por los “medios NOCIVOS de comunicación” que manejan los mismos que manipulan la economía mundial.
Que pena que no todos puedan darse cuenta de la verdad.